El tomo III de la Historia de las ideas y la cultura en Chile se centra en las vanguardias y en el espiritualismo, forma una unidad y se complementa con el tomo IV (en preparación), que se centra en el nacionalismo de las primeras décadas. Se vinculan en la medida en que el nacionalismo es la fuerza cultural dominante entre 1900 y 1930, desde la que se genera una nueva invención intelectual y simbólica del país. La vanguardia, ante la modernización y los cambios, se sitúa en una postura que impugna la tradición y propugna una estética y una espiritualidad nueva, acorde con el ritmo de los tiempos.
Constituye una suerte de contradiscurso ante el nacionalismo intelectual y cultural dominante. Ello justifica la necesidad de abordar las primeras décadas a través de dos volúmenes: el tomo III, que el lector tiene entre manos, y el tomo IV, en preparación. Ambos tomos corresponden a volúmenes de una historia intelectual y cultural de Chile, que continúa los ya publicados.
Incluye 16 láminas de la pintura académica a la pintura vanguardista.