Un curador de colecciones, J.J. Adamowski, es llamado por el director del Hospital Psiquiátrico de la Capital de la República para desentrañar el misterio de una colección de objetos aparentemente sin valor. Un recluso internado por el asesinato de su mujer ha dejado los objetos ordenados sobre una losa del sótano antes de escapar. El director intuye que la colección contiene las pistas para lograr su recaptura. Bajo la tenue luz de las bombillas del enorme subterráneo que terminará siendo su hogar, el curador descubre los vínculos existentes entre los objetos y la historia que subyace tras ellos. Llenará una serie de cuadernos con la investigación y las cartas del coleccionista, que serán la base de esta  narración, que nos llevará poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, y que concluye cien años después. Aunque algunos de los protagonistas, como el obispo Klanski o el soldado Jolas, del Ejército Rojo, no tienen parentesco con la historia de la familia, por sus relatos y cuadernos de memorias ha sido posible hilvanar los acontecimientos que los unen.
Un campo de concentración en Alemania, donde se conocerán un judío enamorado de una crítica literaria polaca y un novicio católico con sueños mesiánicos. Una mujer latinoamericana que se cree una heroína y busca vengar la muerte de su madre a manos de su padre. Un coleccionista que, cien años más tarde, viaja de regreso a Europa para buscar la última pieza de su colección.
El curador de colecciones creyó que esta historia merecía ser contada.