La poeta y escritora de la conocida novela Cumbres borrascosas, desafió las costumbres propias de su época y se adelantó con su voz a temáticas feministas que abrieron puertas y ventanas para las mujeres que decidirían tomar la pluma y plasmar su trabajo creativo en el papel. Su escritura estuvo marcada por la presencia de la naturaleza, la exaltación de la libertad y la defensa de la imaginación frente a un mundo racional. Junto a sus hermanas, Charlotte y Anne, lanzó una compilación de poesía bajo seudónimos masculinos, ya que en la época no era bien visto que la mujer se dedicará a la escritura de manera profesional. Su fructífero trabajo poético se compone de 169 poemas, algunos publicados en vida y el resto de
manera póstuma. Parte de su obra, rescatada en la plaquette No es de cobarde mi alma, evidencia que aunque los conflictos e ideas expresadas provengan del pasado, se encuentran vigentes en el siglo XXI.