" Fue entonces que Roma vio deslumbrada a Sebastián y, como quien ve a un marino bajar a salvo de algún artillero de guerra, lo sintió familiar y se alegró de que sobreviviera al océano; sonrió imaginando que todo lo demás era fracaso y restos flotando. Ellos creen que se aman, pero no. Pensó mirando a la joven pareja, es fracaso. "

(pág. 51).



Partitura es una novela en dos movimientos, sensual y sexual, literaria y libertaria, todo comienza en un viaje al Fin del mundo, distancia que nos acerca al amor voraz, inmenso como el gran albatros que nos abraza y nos despide de la muerte. Novela violenta y tierna, reveladora de los ocasos de la luz mojada del cuerpo, Francisco Casas consigue devolvernos el amor asalvajado, incierto y excitante, en esta obra mayor de su vastedad creadora, con esta Partitura nos arrastra, nos sume, nos somete a una escritura luminosa, cuya luz es fuerza, es vitalidad en el amor humano.